Con cargo al
Plan Urbana Santiago Norte se están realizando diversas mejoras en esta parte de la ciudad. Una de ellas es la eliminación de barreras arquitectónicas en multitud de puntos.
Santiago de Compostela cuenta en su haber con un premio Reina Sofía de Accesibilidad y Prevención de la Discapacidad del año 2006, a pesar de ello, las barreras arquitectónicas siguen estando muy presentes para muchos vecinos de la ciudad.
Una de las calles menos accesible es Xoán XXIII la cual, incluso en su parte reurbanizada, cuenta con multitud de trampas al paso de sillas de ruedas y carritos. El punto de más difícil resolución se sitúa en el extremo norte de la calle en su confluencia con la Plaza de la Paz. En la imagen, de
Street View, vemos su anterior estado:
Podemos apreciar la tremenda barrera arquitectónica que suponen los escalones en la mediana de la carretera debido a la diferencia de cota entre las dos calzadas. Existía una rampa de igual longitud que los escalones y por lo tanto de una pendiente extrema, cuya función era nula. Así mismo, la acera en primer plano realizaba un quiebro que obviamente los peatones no estaban dispuestos a asumir por lo que se atajaba a través del jardín. No era raro ver alguna persona con problemas de movilidad realizar este trayecto por el asfalto de la Plaza de la Paz como si de un vehículo más se tratara, exponiéndose a la peligrosidad del tráfico.